Una dama en la calle y una puta en la cama
A aquel fin de semana en el albergue le siguieron otros por el mismo estilo y es que, nuestro propósito al finalizar el verano de no desperdiciar ningún fin de semana y disfrutar de la vida al máximo, lo cumplimos al pie de la letra. Pero la verdad es que por alguna razón metimos la para y dejamos entrar en nuestras vidas al amor. Supongo que en otras situaciones será diferente, pero para nosotras fue así y además, en este caso llegó en forma de persona equivocada. Ya fuera por no ser amor verdadero, el caso es que nos truncó nuestro propósito para toda la temporada. A pesar de mi edad, tenía una buena noción del significado de la palabra amor. No había segundo en mi día a día en el que en mis pensamientos no apareciera aquel cura. Lo que sentía hacia esa persona era muy diferente a una simple atracción ya fuera sexual, física o intelectual. Lo que sentía por él sin conocerlo no se puede explicar con palabras. Una noche de viernes en la que por desgracia en el lugar donde teníamos pl